Mueven los vientos ésta frágil hoja, amenazan con tumbarla, y es que como no tumbar algo que ha resistido los embates de cada temporada del año, incluso ha sobrevivido mas de una primavera, como no tumbar algo que debería haberlo estado ya desde hace tiempo…
…soportar tanto el clima inclemente es desgastante, los días pasan, las risas se agota y aún así sigue aferrándose a su árbol, porque cree en él, creía en él, los vientos fuertes soplan anunciando la muerte seguida de la vida reverdeciente con nuevos brotes, NUEVOS…
el corazón de la hoja es fuerte, le mantiene aferrada, le mantiene «viva» pues su semilla ha sido grande, como grande desea ser, sin embargo no se manda cuando de amor se trata, la hoja cansada escucha el viento soplar, los ventarrones le desgarran indicándole que ya es tiempo de volar, volar lejos de ese árbol pues nuevos brotes esperan por ocupar su lugar, todo lo grita, el árbol mismo clama por «lo nuevo», por lo verde, por su propia primavera…
Un corazón como el suyo no le caería mal a la hoja, un corazón que sea fuerte, grande, poderoso, que acurruque en vez de esperar ser confortado, que apoye, que ame en vez de esperar que le hagan lo propio, un corazón que sepa dar, desprendido, maduro… un corazón de esos por los cuales todos mueren pero que difícilmente son encontrados…, hoy la duda se sembró como la semilla en la tierra, ese corazón fuerte tuvo su primer grieta, si el tiempo es compasivo podrá sanar, si no, el viento se colará en él, le va a congelar, lo hará duro y frío hasta que por voluntad propia suelte su árbol para partir donde el viento la lleve, seguramente será al piso, que igual de frío que la hoja le recibirá, al fin estarán juntos dos iguales, al fin estarán juntos… igual de muertos…
serch 20110
- de peluche - 